¡MULTIPLIQUE LA DIVERSIÓN!

Una emocionante variante de un marshmallow normal se consigue añadiendo un relleno de gelatina. Una sabrosa sorpresa en su núcleo. Pueden producirse en cualquier tamaño, color y sabor deseado. Para realizar su marshmallow exclusivo, preparamos un malvavisco base (blanco) en la cocina de malvaviscos de TFT y lo dividimos en cuatro caudales. En cada uno de ellos inyectamos colores y sabores y los bombeamos a la extrusora. Un distribuidor normal tiene cuatro canales de extrusión, pero para los marshmallows rellenos de gelatina un canal extra extrude la gelatina en el centro de los caudales de malvavisco. Una capa de almidón en la cinta transportadora evita que el malvavisco extruido se pegue a esta. Sobre las cuerdas se deposita una segunda capa para cortarlas fácilmente con guillotina al tamaño adecuado. Las piezas caen en una criba vibradora y se recoge el exceso de almidón para volverlo a usar. La gelatina se cuece en el sistema de cocción de TFT y después se pasa a través de una estación de inyección CFA. Los colores, sabores y ácido se mezclan en la gelatina base según su propia receta.